WASHINGTON (AP).— Taylor Swift demuestra una vez más que el trono del pop continúa siendo suyo. Con su duodécimo álbum, “The Life of a Showgirl”, la intérprete reafirma su dominio en la industria musical y responde con arte a quienes especulan sobre su sucesora.

En su anterior producción discográfica, “The Tortured Poets Department”, Swift parecía insinuar un relevo generacional, cerrando con la alegoría “Clara Bow”. Sin embargo, en su nuevo trabajo deja claro que “el testigo no ha sido pasado, sino compartido”. En palabras de la artista: “Porque yo no voy a ninguna parte”.

La cantante se refiere al papel que ocupan figuras emergentes como Chappell Roan, Olivia Rodrigo o Sabrina Carpenter. En tono irónico, canta: “And all the headshots on the walls / Are of the b… / Who wish I’d hurry up

See Full Page