Una gestión de gobierno puede no tener un norte claro ni un programa debidamente explicitado, pero hay una herramienta que vale por toda una declaración de principios y denota de forma clara cuáles son las prioridades y qué cosas resultan secundarias o no importan: se llama “Presupuesto”.
El que ahora debe analizar y discutir el Congreso de la Nación –tras dos años sin números ni rendiciones de cuentas– es claramente problemático. Y no sólo porque el presidente de la comisión es José Luis Espert, sobre el que recaen denuncias de haber recibido una contribución de un supuesto narcotraficante.
Es problemático precisamente por la cuestión de las prioridades. Entre ellas, no figura la protección de los bosques nativos –los que restan en el país–, dado que no son del interés del presente gobi