El Real Madrid arrancó con paso firme su andadura en la Liga Endesa 2025/26 al imponerse al Dreamland Gran Canaria (81-71) en un partido que dejó muchas novedades, una buena dosis de ilusión y el sello coral que quiere imponer Sergio Scariolo .

No es habitual ver al conjunto blanco debutar con cuatro jugadores nuevos en la competición , pero así fue: Izan Almansa, Chuma Okeke, Trey Lyles y Gunars Grinvalds disputaron sus primeros minutos en ACB, mientras que David Kramer vivió su estreno oficial como madridista ante su antiguo equipo. Todos aportaron en mayor o menor medida a una victoria que confirma las buenas sensaciones mostradas días atrás en Euroliga frente al Olympiacos.

Un inicio serio y un bloque compacto

El Madrid salió con intensidad, dispuesto a marcar territorio desde el salto inicial. Con Campazzo manejando el ritmo y Hezonja inspirado en el tiro exterior, los blancos abrieron una primera brecha de 8-0 que obligó a Jaka Lakovic a parar el partido antes de tiempo.

Gran Canaria, en plena reconstrucción tras la salida de varias piezas clave, tardó en asentarse. Sin embargo, la energía de Brussino y la aparición de Pelos desde la pintura equilibraron el marcador (22-22) al inicio del segundo cuarto. Fue entonces cuando el Madrid volvió a apretar, especialmente en defensa, y cerró la primera mitad con ventaja (44-33).

Hezonja y Kramer, los más destacados

El croata Mario Hezonja fue el más determinante del encuentro, firmando 13 puntos y 4 rebotes , aunque más allá de las estadísticas, su liderazgo y presencia en ambos lados de la pista marcaron la diferencia.

Kramer , por su parte, volvió a confirmar que puede ser un fichaje clave. Su energía defensiva contagió al equipo, y además aportó 10 puntos con dos triples que levantaron al WiZink. “Tiene alma de gladiador”, diría después Scariolo sobre el escolta germano.

A su lado, Trey Lyles demostró destellos de la calidad que se le presume, con otros 10 puntos y varias acciones de talento puro, mientras que el joven Izan Almansa firmó un debut notable: 6 puntos, tres de tres en tiros de campo y una gran madurez para su edad .

Okeke y un triple desde su campo

El tercer cuarto fue el punto de inflexión. El Madrid se gustó, movió el balón con fluidez y llegó a tener una máxima ventaja de 18 puntos (74-56) . En ese tramo brilló Chuma Okeke , quien, tras un inicio errático, encadenó dos triples consecutivos, el segundo desde su propio campo sobre la bocina , en una acción tan espectacular como inesperada.

La defensa blanca también mostró oficio: Tavares intimidó sin necesidad de brillar en ataque y Llull , siempre resolutivo, anotó los momentos claves. Scariolo aprovechó para rotar, probar quintetos sin pívot puro e incluso dar minutos a Grinvalds, completando un estreno con aire de laboratorio exitoso.

El Gran Canaria, digno pero sin chispa

En el conjunto insular, Labeyrie (13 puntos) fue el más regular, acompañado por Pelos (12) y Samar (10) . Pese a su esfuerzo, los canarios acusaron los problemas en el rebote y la falta de acierto exterior. Lakovic lamentó tras el choque “la falta de dureza e intensidad” de su equipo en ciertos tramos y el respeto excesivo mostrado hacia el rival.

El Dreamland Gran Canaria , en plena transición generacional, mostró destellos de calidad y un bloque con futuro, pero aún lejos del ritmo competitivo que impuso el Real Madrid durante tres cuartos.

Un estreno sin sobresaltos y con futuro

El marcador final (81-71) reflejó la superioridad blanca sin excesos, con un último cuarto en el que el equipo levantó el pie del acelerador. “Nos relajamos al final, pero el trabajo estuvo bien hecho”, admitió Scariolo en rueda de prensa.

El técnico italiano valoró positivamente la aportación de los debutantes y la “actitud colectiva” del equipo, dejando claro que su plan pasa por una plantilla más amplia, con rotaciones constantes y minutos de calidad para los jóvenes.