Olleta fue el pueblo navarro sin luz ni salas de cine que, irónicamente, vio nacer al cineasta Juan Ramón Armendáriz en 1949 . Montxo, apodado así, recuerda en una entrevista la primera vez que pisó una sala de cine. No se acuerda del nombre de la película, pero sabe que fue a los 5 o 6 años cuando su primo le llevó a Peralta, el pueblo de su madre, donde sí había salas. En la pantalla una chica rubia acercaba una caja. Con la inocencia de un niño y la ignorancia de quien nunca había visto una película, extendió las manos para cogerla. “¡Enganché el cardado de la señora que tenía delante!”, contó. La señora comenzó a gritar y Montxo salió corriendo. No hubo manera de que volviese a entrar. “Quedé fascinado y atemorizado”, recordó. A partir de ahí, el cine se le presentaba como “una vent

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