Por: Pedro Javier Fernándes Rodríguez

Don Mario Briceño Iragorry para la memoria ingenua de una generación que no conoció su lucha.

“La lucha me ha recompensado con saciedad: viejo, enfermo, golpeado e irrespetado por mis enemigos, siento, sin embargo, la alegría de comprobar que mi sangre arde y palpita con el tono y el fuego de una voluntad dispuesta a nuevos sacrificios”. MBI

A propósito de la invitación que me hicieron los profesores Oswaldo Linares y Libertad León a formar parte de la cátedra libre “Mario Briceño Iragorry”, quise reflexionar sobre la figura de este insigne venezolano un tanto olvidado por mi generación. Para esta, mi generación, cuya realidad ha estado marcada en primer lugar por la erosión progresiva del bienestar rentista, y luego por el colapso de las infraest

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