El bar del club Lucille se transformó en una suerte de cápsula sonora. El aire viscoso de una noche húmeda y templada, el zumbido de los amplificadores y una guitarra de otra era crearon la atmósfera de un viaje en el tiempo. No se trató de un homenaje ni de un revival: lo que propuso Old Bones fue una experiencia sensorial, casi arqueológica, que buscó reanimar el instante exacto en que el blues rural se electrificó para adaptarse a las exigencias urbanas.
Recién en el segundo tema, cuando los acordes empezaron a tomar cuerpo, se reveló la alquimia del cuarteto que conforman Juan Duggan en guitarra, Darío Soto en voz, Andrés Fraga en armónica y Darío Scape en contrabajo. Con formación mínima y sin batería, Old Bones interpretó lo que se conoce como early electric blues, el