El Sevilla logró una histórica goleada sobre el Barcelona por 4-1 en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, un triunfo que quedará marcado por la actuación brillante de Alexis Sánchez. Desde los primeros minutos, el conjunto andaluz impuso su ritmo, dominando la posesión, presionando alto y mostrando una intensidad que desbordó a uno de los favoritos de LaLiga. El cuadro de Hansi Flick, con ausencias sensibles, no encontró respuestas ante un equipo local que supo combinar inteligencia táctica con velocidad y precisión. Cada acción de ataque pasaba por el Niño Maravilla, dictando el ritmo y obligando a la defensa rival a replegarse y cometer errores. El formado en Cobreloa se retiró ovacionado en los descuentos.
El primer gran momento llegó en el minuto 10, cuando un penal sancionado tras una d