Lucía Méndez Madrid Madrid Actualizado Lunes, 6 octubre 2025 - 02:16
Las personas mueren igual que viven. Guillermo Fernández Vara murió como vivió. Sin quejarse. De esa misma forma, atravesó el dolor de la cruel enfermedad que se llevó a sus dos hermanos antes de tiempo. Como a él. Que fue cazado por el cáncer cuando se disponía a entrar en el retiro tras una vida dedicada al servicio público. Quizá por su condición de médico -«los médicos suelen ser buenos políticos», me dijo un ex alto cargo- y sin duda por su categoría humana, el extremeño nunca quiso preocupar a su familia, ni aumentar el dolor, ni alimentar la tristeza más de lo que era natural cuando las metástasis anunciaron el camino de la fatalidad. Estoy bien, como bien, duermo bien y me siento muy querido. Era su re