En el campus de Ciudad de México, los roselinos recolectan colillas de cigarro para desinfectar sus nidos, aprovechando el efecto repelente de la nicotina contra las garrapatas.

Este comportamiento, estudiado por dos ecólogas de esta universidad, es un ejemplo de medicación animal, un fenómeno que ha ganado atención científica.

La hipótesis de que los animales podían curarse a sí mismos, demostrada científicamente por primera vez en los años 1980 por un primatólogo estadounidense, fue durante mucho tiempo «muy controvertida», recuerda el biólogo Jaap de Roode, de la Universidad Emery, en Atlanta (Estados Unidos).

«Muchos científicos pensaban que los animales no eran lo suficientemente inteligentes: ¿Cómo podrían saber hacerlo?». La respuesta es «que no necesitan saberlo», explica el bi

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