Pocas horas después de que el presidente ecuatoriano Daniel Noboa decretara un nuevo estado de excepción en diez provincias, marchas a favor y en contra del gobierno coincidieron el domingo en Quito, en medio de incidentes con la fuerza pública y mientras continúa un paro indígena en rechazo al alza del precio del diésel.

Las protestas en contra del gobierno ecuatoriano, convocadas por la mayor organización indígena del país, empezaron dos semanas atrás debido a la eliminación del subsidio estatal de 1.100 millones de dólares al diésel, lo que provocó su alza de 1,80 a 2,80 dólares el galón.

Cerca de la medianoche del sábado, el gobierno declaró un nuevo estado de excepción por “grave conmoción interna” en diez provincias, en las que predomina la población indígena y donde se han focal

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