Nariño se consolida como uno de los destinos más atractivos del suroccidente colombiano para el avistamiento de aves andinas, una actividad que no solo promueve la conservación ambiental, sino que también fortalece la economía local a través del ecoturismo comunitario.
Gracias a su ubicación geográfica, entre la cordillera Occidental y el altiplano nariñense, el departamento alberga una extraordinaria variedad de ecosistemas que permiten la presencia de más de 900 especies de aves, incluyendo algunas endémicas y en peligro de extinción. Entre las más admiradas se encuentran el colibrí estrellita ecuatoriana, el tucán andino, el gallito de roca y el quetzal dorado.
El interés por esta práctica ha crecido en municipios como Pasto, La Cocha, Funes, Sandoná y el Santuario de Flora y Fauna Ga