Apenas unos días después de que el Vaticano anunciara una reestructuración diocesana en China avalada por el Papa León XIV –un raro gesto de cooperación que alinea límites eclesiales con las jurisdicciones civiles del Partido Comunista Chino (PCCh)–, Pekín respondió con un cerco digital que asfixia la práctica religiosa en internet. El nuevo «Código de Conducta para Maestros y Personal Religioso» , un documento de 18 artículos publicado por la Administración Estatal de Asuntos Religiosos, prohíbe de inmediato la evangelización no autorizada, la catequesis infantil online y cualquier «colusión con fuerzas extranjeras». Esta norma agrava la sinización religiosa en un momento de aparente distensión bilateral, marcada por el acuerdo provisional de 2018. El código, emitido en fecha no d
China prohíbe la evangelización online y reta al Vaticano

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