En la televisión hemos visto formatos como Españoles en el mundo o Callejeros viajeros, programas que nos llevan hasta ciudades lejanas y nos muestran cómo viven sus habitantes. Si en lugar de personas habláramos de animales, si en vez de expatriados siguiéramos a perros, ¿qué nos encontraríamos? Probablemente un mapa muy distinto al que solemos imaginar, porque cada cultura, cada sociedad, cada urbe tiene su propia manera de relacionarse con los animales de compañía. Y Bangkok, la capital tailandesa, es un caso paradigmático.
La ciudad alberga más de once millones de personas y alrededor de 1,3 millones de perros, según datos recientes. Allí, la mayoría de los perros no vive encerrado, sino que participa activamente en la vida callejera. Para entenderlo mejor, un grupo de investigadores