Cuando escuchamos la palabra rata, lo más común es que nadie piense en un animal de compañía, sino en un intruso indeseado. Las ratas arrastran una mala prensa que se ha colado en el lenguaje y que parece condenarlas de antemano. Sin embargo, la ciencia y la experiencia de quienes conviven con ellas apuntan en la dirección contraria y las ratas domésticas son animales sociales, inteligentes y con un rango de personalidades tan rico que no tiene nada que envidiar al de perros o gatos.
Y para muestra, un botón, como así lo recoge el estudio publicado en Applied Animal Behaviour Science, que ofrece un retrato de cómo sus cuidadores perciben a estos pequeños roedores. A partir de casi 300 cuestionarios, el análisis dibuja un panorama lleno de matices que invita a repensar prejuicios y reconoc