La infancia de una niña de un municipio de la comarca de Camp de Túria , que este diario no revela para proteger el anonimato de la víctima, quedó marcada de por vida cuando apenas tenía seis años. Su corta edad y su situación de indefensión y vulnerabilidad no impidieron que el marido de su madre, con el que convivía en el domicilio familiar, le agrediera sexualmente durante siete años. Unos abusos que empezaron con besos y tocamientos mientras ella dormía y que, con el paso del tiempo, derivaron en violaciones que el pederasta grababa en vídeo y que almacenaba en una nube en Internet. Estas imágenes las empleaba para extorsionar a la niña, a la que amenazaba con publicarlas en Internet si rompía su silencio y se lo contaba a alguien.

Durante el juicio celebrado este lunes

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