Francisco I había optado por centralizar estos asuntos en el Instituto de Obras Religiosas, que cuenta con 5.700 millones de euros en activos bajo gestión

El papa León XIV ha retirado al Instituto de Obras Religiosas (IOR) —conocido como el banco vaticano—, la exclusividad en materia de inversiones financieras, por lo que los diferentes organismos de la Santa Sede podrán recurrir a otros intermediarios establecidos en otros Estados, según se lee en un documento publicado este lunes. Esta nueva “arquitectura” financiera vaticana pretende racionalizar la administración de inversiones.

Aunque en 2022 el papa Francisco I concedió al IOR la gestión in via esclusiva de los patrimonios mobiliarios, ahora León XIV le quita parte de ese poder para redistribuir funciones, dando mayor central

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