La ciudad de Leticia enfrenta una crisis ambiental y social sin precedentes: el río Amazonas, el más caudaloso del planeta, está modificando su curso y podría dejar de fluir frente al territorio colombiano en los próximos años.

Durante décadas, el caudal que llegaba a los brazos colombianos se ha ido reduciendo drásticamente. En los años noventa, cerca del 30 % del flujo llegaba a Leticia; hoy apenas alcanza el 19 %. Esto significa que los canales por los que el río abastecía a la ciudad se están sedimentando y, en épocas de sequía, corren el riesgo de secarse por completo.

Una frontera viva en transformación

El fenómeno está asociado a la acumulación de sedimentos, la erosión que favorece el lado peruano y la aparición de nuevas islas que desvían el cauce. La falta de obras hidráulicas

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