Barcelona Hace diez años, cuando la escritora y periodista Eva Piquer estaba en la sala de espera del Hospital Vall d'Hebron temiendo el pronóstico de cáncer que encararía su marit, el periodista y entonces director del ARA, Carles Capdevila, en un blog aparecieron una serie de artículos difamatorios que les atacaban, sobre todo a ella, a los que –un año, siete meses y dieciocho días antes de que muriera su marido– ya se tildaba de "la viuda oficial de la tribu", "nuestra futura Panto". "Cuando acababan de diagnosticar un cáncer al padre de mis cuatro hijos y me encontraba en el umbral del infierno, cuando intentábamos desterrar de los cerebros respectivos la idea de una muerte a corto plazo, justo en ese momento de vulnerabilidad y desconcierto y autoengany, un ser humano encontró oportu
"Mi difamador sigue teniendo voz en los medios públicos y privados del país con impunidad"

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