El fútbol de Brasil, a nivel de selecciones masculinas, atraviesa uno de sus peores momentos. Recientemente, fue eliminado por primera vez en toda la historia del Mundial Sub-20 en la primera ronda, un hecho más que confirmaría ‘la maldición del gato’ que empezó en el Mundial Catar 2022.
La mayor de Brasil carga desde 2002 con la sombra de no haber ganado un Mundial, mientras la juvenil no conquista un título orbital Sub-20 desde 2011.
Esa sombra se reflejó en sus jóvenes promesas e incluso en el entrenador Ramón Menezes, incapaz de encontrar soluciones frente a México, Marruecos y España, y destituido el domingo por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) tras los malos resultados, porque solo obtuvo un punto de nueve posibles.
Esta situación vuelve a traer a colación ‘la maldición