“Si no da explicaciones, game over ”, habían sido las palabras del operador mediático de LLA Alejandro Fantino que resumían lo que buena parte del mundo “libertario” pensaba , pero que pocos vociferaban alto porque la suerte del ahora excandidato José Luis Espert dependía del presidente Javier Milei .
Lo que había sido un viernes de rumores, declaraciones cruzadas, y el principio del fin de la aventura electoral para el economista ultraortodoxo, luego del narcoescándalo que escaló a niveles que ni el más pesimista estratega de LLA podía imaginar, terminó de cocinarse a últimas horas del domingo, y siguió este lunes.
Espert ya no solo no es un excandidato que desde el 10 de diciembre no tendrá fueros para resguardarse de la deriva judicial, fruto de su vínculo explícito