Liam Young es arquitecto, pero en su trabajo no construye casas, ni edificios, construye mundos . Los suyo es arquitectura especulativa y se centra en imaginar futuros posibles que luego toman forma en sus películas.

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Su trabajo empieza siempre con investigaciones reales y en colaboración con científicos, comunidades locales, expertos medioambientales y hasta las mismas Naciones Unidas, porque pensar el futuro no se puede hacer en soledad, es un asunto de todos. Él, que se llama a sí mismo un ilustrador científico, busca traducir en imágenes y narrativas sencillas, el conocimiento y los avances de la ciencia.

–Yo uso esta metáfora, y es que el futuro que está por delante de nosotros es un

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