Cada verano, una famosa torre y una de las maravillas de la ingeniería moderna experimenta un fenómeno curioso: "crece". Aunque el cambio es imperceptible para el ojo humano, las mediciones precisas muestran que su altura puede aumentar entre 15 y 17 centímetros durante los meses más calurosos del año.
La expansión de la torre es un ejemplo visible de cómo la ciencia y la ingeniería conviven en la arquitectura . Lejos de ser una anomalía, este cambio es una muestra del cuidado con que fue diseñada. La torre fue construida para resistir las variaciones térmicas, los vientos y el paso del tiempo, lo que demuestra que incluso las estructuras más firmes están en constante diálogo con la naturaleza.
¿Cuál es la torre que "crece" en el verano?
La Torre Eiffel , en Francia , diseña