El primer premio importante que recibió João Carlos Martins (São Paulo, 1940) se lo dio un español, y el último —"¡por ahora!", deja claro con cierta guasa— se lo va a entregar otro. Entre ambos se extiende la carrera de un hombre con dimensión de leyenda no solo por su trabajo como pianista y director de orquesta de renombre internacional, sino también por las tremendas dificultades que ha tenido que superar a lo largo de sus más de 60 años en la música a causa de diversas dolencias y accidentes. Los guantes articulados que luce en las manos son la mejor prueba, el invento que desde hace pocos años le permite volver a tocar el piano a pesar de tener unas manos con la movilidad muy mermada. Él explica esa resiliencia en base al ADN que corre por sus venas. "Con 37 años mi padre sufrió

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