¿Ha intervenido el escultor clandestino que el año pasado colocó lápidas con inscripciones en el exterior de la Seo y del Seminario de San Carlos de Zaragoza ahora en la basílica del Pilar de Zaragoza? Eso se plantean en este momento en la prensa local, tras hacerse viral la aparición de una abeja de unos 20 centímetros de longitud esculpida en piedra bajo una de las ventanas. Habría sido fotografiado ahora, aunque puede llevar allí meses o años sin que nadie lo haya advertido, dice el Heraldo de Aragón.
El diario aragonés dice que la abeja ha sido localizada en la fachada del Pilar menos vigilada y fotografiada de todas, la que da a la calle de Florencio Jardiel. "Es una vía corta, sin apenas más tránsito que el propio del Colegio Escolanía de Infantes". También dice que si bien todas la