Con la llegada del calor y los días largos, vuelve un invitado indeseado a la cocina argentina: la temida mosca de la fruta. Estos insectos diminutos, científicamente conocidos como Drosophila Melanogaster, se convierten rápidamente en una pequeña plaga doméstica si no se los combate a tiempo.

A diferencia de las moscas tradicionales, estas son mucho más pequeñas, con un radio de vuelo acotado. Aparecen cuando detectan alimentos abiertos que facilitan su desarrollo.

La fruta, especialmente si está muy madura, es vital para sus larvas. El problema es que una sola hembra puede poner hasta 500 huevos, convirtiendo rápidamente la frutera en un criadero.

El truco casero para eliminarlas

Si ya hiciste limpieza profunda y notás que vuelven, el método más rápido y efectivo es una trampa fácil

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