Por mucho tiempo hemos votado por partidos políticos como si fueran entidades puras, guardianes de ideologías y principios. Pero hoy, con la experiencia que da el tiempo y la observación crítica de la realidad política colombiana, me atrevo a decir que esa lógica se acabó .
Reconozco que incómodo a quienes aún creen en la estructura partidista como el eje de la democracia. Pero basta mirar alrededor para entender que los partidos han perdido su esencia ideológica. Hoy un político puede estar en un partido, mañana en otro, y pasado mañana en uno completamente distinto. ¿Dónde queda la coherencia? ¿Dónde está el compromiso con una visión de país? Lo que prima es el interés personal, la conveniencia electoral, el cálculo frío donde haya más posibilidades de ganar .
Y no se trata de sata