CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El Senado calificó el miércoles de “jornaleros” a los seis muertos por disparos del Ejercito en el noreste de México y guardó un minuto de silencio en su memoria sin que ningún partido político se opusiera, aunque oficialmente no se ha informado acerca de su identidad. Dos personas más resultaron heridas en la agresión.

La iniciativa no es habitual al tratarse de un tema en investigación y que podría suponer un uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas armadas, algo que ha ocurrido en otras ocasiones en ese estado, Tamaulipas, fronterizo con Texas y con gran actividad del crimen organizado.

La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que autoridades castrenses y civiles van a “revisar completamente” la actuación de los militares y cómo ocurrieron las muertes, pero no ofreció detalles.

La víspera, la Secretaría de la Defensa indicó que los militares involucrados argumentaron que una camioneta color blanco les “trató de embestir”, por lo que, “al percibir una amenaza a su integridad física y después de algunas maniobras, hicieron uso de sus armas”.

En el comunicado, emitido un día después de los hechos, no se hizo alusión alguna a que las víctimas estuvieran armadas.

El Ejército informó que los efectivos fueron relevados de sus tareas, se les puso a disposición de la fiscalía federal y están bajo investigación militar y de la Fiscalía General de la República. Este departamento no contestó de momento a una solicitud de comentarios que le hizo la AP sobre la identidad de las víctimas.

La prensa local ya había divulgado que los muertos eran trabajadores del campo y estaban desarmados.

La senadora Claudia Anaya Mota, del opositor Partido Revolucionario Institucional, explicó a la AP que no tenía más información que la divulgada públicamente para solicitar el minuto de silencio durante el pleno del miércoles, pero aseguró que “todo parece ser información real y contundente”, porque tanto una senadora de Tamaulipas del partido opositor PAN —que es la que estaba en la tribuna—, como la presidenta de la cámara, del oficialista Morena, apoyaron la propuesta y nadie se opuso.

La vispera, Morena y el PAN se habían enfrentado en la Cámara de Diputados porque el oficialismo había pedido un minuto de silencio por los muertos en Gaza, y el PAN lo pidió en honor a las víctimas de Hamás en Israel.

La muerte de los civiles en Tamaulipas alentó las críticas a las políticas de militarización del país llevadas a cabo por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) y mantenidas por la actual mandataria.

Sin embargo, Sheinbaum subrayó que “el uso del arma de fuego tiene que ser racional”, y recordó que la ley establece las condiciones bajo las cuales las autoridades pueden disparar. “Si hay agresión entonces se responde”, apuntó.

Apenas después del pronunciamiento del Ejército, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez —una de las principales organizaciones humanitarias del país— declaró en su cuenta en la red social X que la muerte de las seis personas en Tamaulipas era una “consecuencia innegable de la profundización” del poder militar en México, y manifestó su preocupación de que se sigan abriendo investigaciones paralelas en el fuero militar por casos de probables violaciones graves a los derechos humanos.

La senadora Anaya insistió en que confía en que el caso sea juzgado por la autoridad civil, y criticó que las fuerzas armadas se utilicen para labores de seguridad pública. “No saben reaccionar”, señaló.

Sheinbaum también quiso distanciarse del gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), que fue el que lanzó la guerra frontal contra los cárteles. “No somos la guerra contra el narco de Calderón en donde se permitía la excepción de llegar a disparar”, manifestó.