Algunos perros parecen ser una sombra: te siguen por toda la casa, se sientan a tus pies y se angustian si no te ven. Este comportamiento, aunque puede resultar tierno, tiene una explicación, según los expertos en conducta canina.

Ellos son animales sociales y dependientes de su grupo, por eso buscan compañía y seguridad. Pero cuando la necesidad de contacto se vuelve excesiva, puede ser señal de ansiedad o de una conducta aprendida.

Muchos dueños refuerzan sin querer este apego al premiar con atención o caricias cada vez que el perro se les acerca. Con el tiempo, el animal asocia la cercanía con bienestar y teme perder ese vínculo. Comprender por qué tu perro no se despega de vos es clave para equilibrar la relación y ayudarlo a sentirse seguro incluso cuando estás lejos.

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