Hay días en los que juro que tengo el peor trabajo del mundo. No sólo porque sea mal pagado, sino porque exige una mezcla imposible de sabiduría divina y masoquismo. Imaginen dedicar horas a estudiar tendencias, spreads, climas, lesiones, calendarios lunares y estados de ánimo de los pateadores para terminar con siete aciertos. Siete, apenas la mitad de los 14 encuentros que se celebraron en la Semana 5.
Me pasa cada cierto tiempo pensar en ello. Por eso recurro a las estadísticas para entender lo que sucedió. Por tercera ocasión en una década, tres equipos underdogs por más de un touchdown, ganaron. Es como si la lógica se hubiera ido de vacaciones. Todo empezó el jueves por la noche, cuando los Rams salieron favoritos por siete puntos y medio y los 49ers, más golpeados que un costal d