La muerte de Miguel Ángel Russo no solo provoca un enorme pesar en el fútbol argentino, sino que también obliga a Boca a reorganizar su estructura deportiva. El entrenador, que había regresado al club con la misión de mantener la identidad futbolística que lo caracteriza, estaba al frente del plantel profesional en plena competencia en el Torneo Clausura 2025 de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).

Su partida deja un vacío emocional y futbolístico que la dirigencia deberá afrontar con rapidez, pero también con el respeto que su figura merece. En el corto plazo, se espera que Claudio Úbeda, actual integrante del cuerpo técnico y hombre de confianza de Russo, quede a cargo del equipo de manera interina.

La decisión se tomó para garantizar continuidad y calma en un momento tan sensi

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