“De esto no te vas a morir, nene”.
Joan Manuel Serrat estaba de paso por Buenos Aires , había cantado por enésima vez eso de que “en la vida todo es ir a lo que el tiempo deshace....Sabe el hombre dónde nace y no dónde va a morir” y en la habitación de su hotel recibió a un tipo de un bronceado fascinante.
Miguel Ángel Russo intentaba dar con un oncólogo de Barcelona y en su búsqueda se topó con el poeta. “¡Tuve tres veces cáncer y aquí estoy!”, escuchó al español retarlo con dulzura antes de que se abrazaran.
Sabía Serrat lo que era el cáncer y sus traiciones. Operado de vejiga en 2004 y de un nódulo en el pulmón en 2010, sufrió una recaída en 2013. Su fuerza no hacía más que certificar que “cáncer no es sentencia de muerte”, al menos no en todos los casos.
Russo en Millonario