Las hermanas brasileñas Aline y Nathalia Vick asumieron en 2018 las 1.100 hectáreas de la propiedad rural que, hasta entonces, gestionaba su padre y la convirtieron en un ejemplo de cómo la sostenibilidad y el liderazgo femenino pueden impulsar la productividad y abrir camino para el futuro del agro.
La comprensión de que el suelo es su mayor activo fue lo que motivó a las jóvenes a buscar e implementar técnicas como la rotación de cultivos, la siembra directa y la utilización de plantas de cobertura, que favorecen la nutrición, protegen de las altas temperaturas, y evitan la compactación y la erosión.
“Empezamos en 2021 con un lote de 70 hectáreas, para que nuestros productores creyeran en ello y vieran los resultados. Hoy ya son 700 hectáreas”, contó en entrevista a EFE Aline Vick, qui