La negativa a admitir a trámite la celebración de un referéndum consultivo en las Cortes de León y Castilla sobre una autonomía de la Región Leonesa, con la excusa de cuestiones de forma, es la plasmación del miedo a la democracia. Castilla y León formaron una autonomía en contra de la Diputación de León, que se opuso en 1983. En 1984 se esgrimieron cuestiones de forma para no atender a los leoneses, como si el procedimiento pudiese ocultar la ilegitimidad de la Junta. Las cosas han cambiado poco: PP y Vox olvidan la democracia, y se escudan en cuestiones de forma, cuando solo depende de voluntad política. La abstención del PSOE en la sesión de hace una semana no tiene pies ni cabeza: ¿ante una cuestión existencial de la configuración autonómica los socialistas no tienen opinión? Esa posic
Referéndum, miedo y 'demócratas'

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