Cada lanzamiento, cada swing, cada jugada defensiva tenía el peso de nueve años de espera. Y los Blue Jays no defraudaron.
Vladimir Guerrero Jr. y George Springer , dos de los pilares ofensivos del equipo, aseguraron su lugar en la noche con sendos remolques. Pero fueron los aportes inesperados los que terminaron por inclinar la balanza: Nathan Lukes , con un sencillo de dos carreras, y Addison Barger , quien conectó tres de los 12 hits de Toronto , demostraron que este equipo no depende solo de sus estrellas.
"Sabíamos que teníamos que responder después de lo de anoche", comentó un jugador en el dugout, refiriéndose al colapso del martes donde desperdiciaron una ventaja de cinco carreras. Esta vez, no hubo margen para errores. Ocho lanzadores combinaron esfuerzos para silenc