El president Salvador Illa encaró ayer, sin grandes sobresaltos, la segunda jornada del debate de política general en el Parlament. En sus interpelaciones, trató de cuidar a ERC y a los Comuns, pese a las advertencias de sus socios, que le instaban a actuar con mayor contundencia en cuestiones como la financiación singular y la vivienda. Illa envió mensajes a todas las fuerzas —excepto a Vox y Aliança Catalana— con el objetivo de aprobar unos presupuestos que considera imprescindibles para desplegar políticas que “beneficien al conjunto del país”.

En un principio, Illa tenía la voluntad de responder a todos los grupos en una única intervención final, tal como anunció el presidente del Parlament, Josep Rull, tras el discurso del portavoz de Junts, Albert Batet. Sin embargo, en ese mismo mo

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