La llegada de los nazis al poder tras la Primera Guerra Mundial en la década de 1930 convirtió la cultura en un campo de batalla ideológico. Lo que no encajaba en la visión del régimen era censurado, confiscado o destruido. "Enseguida se hacen con todos los medios de comunicación, cierran editoriales, destruyen sus fondos y muy poquito después empieza la quema de libros y la persecución a los bibliotecarios", cuenta el escritor Mario Escobar en el último programa de SER Historia .

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