Después de meses de devastación y un número incalculable de víctimas civiles, Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) firmaron la primera fase de un plan de paz promovido por el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. El pacto, anunciado simultáneamente por Washington y Doha, establece un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, el intercambio de prisioneros y la apertura de corredores humanitarios para la entrada de alimentos y medicinas.
El propio Trump celebró el acuerdo en su red Truth Social, donde afirmó que “todas las partes recibirán un trato justo” y que “los rehenes serán liberados muy pronto”, en lo que calificó como “un día histórico para el mundo árabe y para Israel”. Catar, uno de los mediadores clave junto