Una red criminal operaba dentro de una empresa de transporte en Lima a través de un chofer que admitió haber recolectado dinero para extorsionar a sus propios compañeros. El implicado, identificado como Edwin Omar Alcalde Honorio , reconoció ante la policía haber sido reclutado bajo el alias de Colorao para servir como intermediario entre los transportistas y la organización criminal.
La infiltración, una estrategia que siembra desconfianza
Edwin Omar Alcalde Honorio , de 40 años, declaró ante agentes de la división de investigación de robos de la Policía Nacional del Perú (PNP) que su función principal era recoger el dinero de los denominados “cupos” y entregarlo a los líderes de la banda criminal . Según los investigadores, se introdujo en la empresa de transporte