Donald Trump ha exportado al mundo su manera de gobernar Estados Unidos. Actúa movido por razones personales, y sus referencias son el poder, el dinero y la familia. No soporta a los débiles y por eso ha admirado siempre a Beniamin Netanyahu, porque lo considera un tipo duro, alguien que, como contó el periodista Robert Kaplan, “es capaz de soportar unos niveles de estrés excepcionales, alguien que decide sobre guerras, ejecución de enemigos, crisis de gobierno y persecuciones judiciales”. Esas cosas impresionan a Trump.

Como en una historia mafiosa, el israelí le faltó al respeto a Trump. Ahora lo paga

El de Trump y Netanyahu ha sido un respeto mutuo que recuerda a los códigos de honor de los clanes mafiosos, y que se rompe en el momento en que una de las partes se entromete en el terre

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