Buscar en Internet se volvió un reflejo cotidiano, desde direcciones hasta instrucciones rápidas. Pero no todas las consultas son inocuas. Hay términos y tipos de búsquedas que sirven como cebo para delincuentes digitales y pueden terminar exponiendo datos sensibles o permitiendo el acceso a tus cuentas bancarias. Con unos pocos clics y un error de confianza es posible caer en fraudes que parecen legítimos a primera vista.

Los atacantes aprovechan la curiosidad, la urgencia y la necesidad —ofertas, soluciones rápidas o ayuda técnica— para enredar a sus víctimas. Muchas estafas comienzan por una búsqueda sencilla en Google que dirige a páginas clonadas, formularios falsos o descargas maliciosas. Aquí te explicamos qué consultas conviene evitar y qué alternativas seguras seguir para pro

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