El pasado lunes, a las once de la mañana, el teléfono de Yiya Rodríguez sonó con una llamada que nunca imaginó recibir, y mucho menos siete meses después de haberse realizado una mamografía. Al otro lado de la línea, desde el servicio de Radiología del Hospital Comarcal de Antequera (Málaga), le informaban que debía repetir la prueba que le hicieron el pasado 3 de marzo. Según le comunicaron, las imágenes mostraban "patologías que requieren una revisión más exhaustiva".
En ese instante, relata Yiya, el mundo se le vino encima: "Se me pasó todo por la cabeza en diez minutos. El cáncer ha tocado muchas veces a mi familia. Ha sido horrible ", recuerda. Luego llegó la rabia, la impotencia y, finalmente, la indignación.
Rodríguez lleva más de doce años siguiendo rigurosamente los protocol