Oaxaca vive nuevamente los estragos de la temporada de lluvias: ríos crecidos, carreteras intransitables, puentes dañados y zonas completamente aisladas. Las regiones de la Cuenca del Papaloapan, el Istmo de Tehuantepec y la Costa han sido especialmente afectadas en las últimas 48 horas, con consecuencias tanto materiales como humanas.
Las imágenes de caminos convertidos en ríos y arroyos que desbordan sus márgenes se han viralizado en redes sociales. Sin embargo, lo que más alarma es la conducta temeraria de algunas personas que, desoyendo las recomendaciones de Protección Civil, intentan cruzar afluentes crecidos con vehículos particulares o de transporte público.
IGNORAR LAS ALERTAS, UNA DECISIÓN LETAL
A pesar de los llamados constantes de las autoridades, como el difundido por usuar