El Gobierno andaluz de Juanma Moreno asumió el pasado 1 de octubre la gravedad de los fallos en el sistema de cribado del cáncer de mama . A partir de ahí recurrió al manual de gestión de una crisis política. Primero, disculparse y tratar de delimitar el problema (2.000 casos sobre todo en el Virgen del Rocío que se conocieron el lunes 29 de octubre). Segundo, plantear un plan de choque para resolverlo en un plazo determinado (contrataciones para el Virgen del Rocío y pruebas de mamografías en dos meses). Y, tercero, depurar responsabilidades a modo de cortafuegos (cese de la consejera de Salud). "Hemos reconocido un problema grave, hemos pedido disculpas, le hemos dado solución y se han asumido responsabilidades. En otros sitios nadie dimite, aquí somos distintos", describió el
La crisis de las mamografías en Andalucía abre otro capítulo tras dimitir la consejera: la Junta auditará miles de pruebas diagnósticas

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