En un Oriente Medio convulso, el plan de paz de veinte puntos diseñado por el presidente Trump constituye un punto de inflexión histórico. Este rotundo triunfo diplomático, anunciado en septiembre de 2025, no solo busca resolver el conflicto de Gaza tras dos años de hostilidades , sino que sitúa de nuevo a Estados Unidos en el centro del tablero geopolítico de Oriente Medio como mediador indispensable. El éxito de esta iniciativa, cuya consolidación aún está por verse, emana directamente de la voluntad indómita de su artífice. Con una audacia negociadora formidable, Trump ha doblegado las resistencias de propios y extraños , incluyendo las del Gobierno de coalición de Benjamin Netanyahu.

El alcance del logro es tal que ha merecido el reconocimiento de figuras ideológicamente distant

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