Una nueva y explosiva medida de la administración Trump desató el pánico en hospitales y escuelas rurales de Estados Unidos. Se trata de un arancel de 100.000 dólares que el gobierno impuso a las solicitudes de visa H-1B , el permiso clave para trabajadores especializados extranjeros.
Aunque la visa H-1B se asocia en gran medida a la industria de la tecnología (casi tres cuartas partes de las aprobaciones benefician a profesionales de la India), el nuevo y masivo costo golpea de forma directa a las comunidades más pequeñas del país , las cuales dependen de profesionales inmigrantes para cubrir puestos críticos.
El gobierno anunció el arancel el 19 de septiembre. La justificación oficial indica que busca evitar que los empleadores reemplacen a trabajadores estadounidenses con talento