Lograr el espresso perfecto no depende solo del tipo de café o de la cafetera, sino de un detalle que a menudo pasa desapercibido: la molienda. Un grano demasiado fino o demasiado grueso puede arruinar el resultado, haciendo que el café salga aguado, amargo o sin cuerpo. Pero existe un método tan simple como preciso para saber si lo estás haciendo bien, y su secreto está en algo tan cotidiano como la miel.
El divulgador y técnico de cafeteras Pablo Barrantes, conocido en redes como Doctor Cafetera, ha popularizado este truco visual para calibrar la molienda de forma casera y sin necesidad de instrumentos profesionales. “El espresso perfecto se reconoce por cómo fluye”, explica en su vídeo, en el que compara el ritmo de la extracción con el goteo de la miel. Mira también:
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