Este sábado 4 de octubre, la campaña solidaria Unidos por el Agua llegó al sureste de San Juan, culminando su recorrido en Las Trancas, el último distrito de la cuenca del Río San Juan. Allí, entre donaciones y abrazos solidarios, también resonó con fuerza el reclamo de fondo: que el agua del río vuelva a correr donde ya no llega, y que se construya, de una vez por todas, el acueducto Encón–Las Trancas.
Entre los testimonios que dejaron huella está el de Flavia Morales, la puestera del kilómetro 416 de la Ruta 20, justo en el límite con San Luis. Su vida, como la de muchos en la región, depende de los animales, la lluvia —cuando llega— y el esfuerzo de cada día. “Nosotros vivimos con lo justo, y el agua no alcanza. Una gota vale mucho acá”, resume.
“No nos podemos ni bañar”: vivir con el