El pueblo ha recuperado trece fuentes históricas, ubicadas en diferentes puntos del núcleo, como punto de acceso público de agua potable y con el objetivo de incrementar la protección de estos elementos patrimoniales. La mayoría de estas fuentes estaban en desuso y se encontraban en un estado de conservación muy deficiente. Se trata de bienes patrimoniales que están incluidos en el catálogo de protección del patrimonio histórico y cultural del término municipal de Artà.
El proyecto ha consistido en la restauración estructural de cada elemento seguida de una pavimentación especial para darle protagonismo y diferenciar la fuente del espacio público donde se encuentra. También se han llevado cabo las conexiones con la red de agua potable y la red de pluviales del municipio.
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