Miguel Ángel Russo fue despedido con respeto y admiración por todo el arco del fútbol argentino. El hall central de La Bombonera estuvo abierto ayer durante todo el día y simpatizantes, no solo de Boca, planteles enteros y dirigentes se acercaron para darle el último adios al entrenador que falleció anteayer a los 60 años.
Los restos del entrenador serán trasladados a un cementerio privado de Pilar, en una ceremonia reservada para familiares y amigos.
La escena final de Miguel Ángel Russo estuvo marcada por una serenidad inesperada y una profunda carga simbólica, según el testimonio de Gonzalo Belloso, presidente de Rosario Central y amigo cercano del entrenador.
En los últimos instantes de vida del técnico, la familia y los amigos más íntimos se reunieron en su departamento de Palermo,