Guillermo Del Toro, ganador de tres Óscar, aclamado creador de fantasía y monstruos, es también un señor que hace limpieza en su casa y cocina como Dios le da a entender, que no deja los antojos tapatíos y ya no quiere celebrar los cumpleaños.

"Trato de no darme ni cuenta que fue mi cumpleaños, ¿para qué sirve? Tengo 60, ¿para qué voy a celebrar 61?", dijo el jalisciense quien este jueves, precisamente, llega a los 61 años. "Ya todo, de 60 para adelante, todo lo que cuelga es adorno, no hay que celebrar los cumpleaños.

"Mi jefe (el empresario Federico del Toro) me decía: 'Le dicen 'Arbolito de Navidad''. Y yo: '¿por qué? ¡Porque todo lo que cuelga es adorno!'. Mi jefe era muy chistoso".

Del Toro, quien promociona su más reciente cinta, Frankenstein, recordó a su fallecido padre como una

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